La nacionalización de la industria cementera, ejecutada hace dos años por el Gobierno revolucionario de Hugo Chávez, no ayudó a avanzar en la producción del rubro, sino que por el contrario hizo a Venezuela dependiente de las importaciones
La nacionalización de la industria cementera, ejecutada hace dos años por el Gobierno revolucionario de Hugo Chávez, no ayudó a avanzar en la producción del rubro, sino que por el contrario hizo a Venezuela dependiente de las importaciones.
La semana pasada llegó al país un cargamento con dos mil 355 toneladas de cemento proveniente de Cuba, que fue sólo el primero de un total de nueve que se espera que arriben a l puerto de La Guaira en los últimos días.
El Gobierno sostiene que las importaciones forman parte de un mega proyecto de construcción de viviendas para las familias damnificadas por las lluvias, pero la verdadera razón podría radicar en la insuficiencia de la producción.
Richard Bracho, representante de la Asociación Civil para la Defensa de los Ex Trabajadores del Cemento (Asocemento), aseguró que la oferta local del rubro está limitada como consecuencia de problemas en las plantas.
“La producción de cemento está en 50 por ciento, las empresas no están trabajando a plena capacidad. Si las empresas estuvieran trabajando como deberían, no habría sido necesaria esa importación que hizo el Gobierno”.
En el año 2008, el presidente Hugo Chávez anunció la estatización de las filiales de las cementeras Cemex (mexicana), Holcim (suiza) y Lafarge (francesa), las más grandes del país, que concentraban 90 por ciento del mercado.
Al momento de la expropiación, el mandatario sostuvo que tomó la decisión para garantizar el abastecimiento local del rubro, puesto que las compañías extranjeras únicamente se dedicaban a producir para exportar el rubro.
Bracho aseguró que Cementos Venezuela, antes Cemex, que es la empresa cementera madre, por ser la más grande del país, con capacidad para garantizar 45 por ciento del producto que requiere el mercado, enfrenta problemas de producción.
Recordó que la empresa cuenta con tres plantas ubicadas en Anzoátegui, Lara y Zulia que en conjunto tienen en capacidad de suministrar cuatro mil 200 toneladas métricas de producto por año, pero que actualmente operan a media máquina.
Además de las plantas de Cementos Venezuela, el país cuenta con otras grandes instalaciones, que anteriormente pertenecían a Holcim y Lafarge, que tienen una capacidad de producción conjunta de otras cuatro mil toneladas métricas del rubro.
Bracho aseguró que si en el país se generaran las más de ocho mil toneladas métricas de cemento que se producían anteriormente, no habría la necesidad de importar de países como Cuba.
La semana pasada llegó al país un cargamento con dos mil 355 toneladas de cemento proveniente de Cuba, que fue sólo el primero de un total de nueve que se espera que arriben a l puerto de La Guaira en los últimos días.
El Gobierno sostiene que las importaciones forman parte de un mega proyecto de construcción de viviendas para las familias damnificadas por las lluvias, pero la verdadera razón podría radicar en la insuficiencia de la producción.
Richard Bracho, representante de la Asociación Civil para la Defensa de los Ex Trabajadores del Cemento (Asocemento), aseguró que la oferta local del rubro está limitada como consecuencia de problemas en las plantas.
“La producción de cemento está en 50 por ciento, las empresas no están trabajando a plena capacidad. Si las empresas estuvieran trabajando como deberían, no habría sido necesaria esa importación que hizo el Gobierno”.
En el año 2008, el presidente Hugo Chávez anunció la estatización de las filiales de las cementeras Cemex (mexicana), Holcim (suiza) y Lafarge (francesa), las más grandes del país, que concentraban 90 por ciento del mercado.
Al momento de la expropiación, el mandatario sostuvo que tomó la decisión para garantizar el abastecimiento local del rubro, puesto que las compañías extranjeras únicamente se dedicaban a producir para exportar el rubro.
Bracho aseguró que Cementos Venezuela, antes Cemex, que es la empresa cementera madre, por ser la más grande del país, con capacidad para garantizar 45 por ciento del producto que requiere el mercado, enfrenta problemas de producción.
Recordó que la empresa cuenta con tres plantas ubicadas en Anzoátegui, Lara y Zulia que en conjunto tienen en capacidad de suministrar cuatro mil 200 toneladas métricas de producto por año, pero que actualmente operan a media máquina.
Además de las plantas de Cementos Venezuela, el país cuenta con otras grandes instalaciones, que anteriormente pertenecían a Holcim y Lafarge, que tienen una capacidad de producción conjunta de otras cuatro mil toneladas métricas del rubro.
Bracho aseguró que si en el país se generaran las más de ocho mil toneladas métricas de cemento que se producían anteriormente, no habría la necesidad de importar de países como Cuba.
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