Cementos Portland Valderrivas, empresa controlada en un 69,8% a por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), se acerca a su segundo año sin dividendo debido a la escasa generación de beneficios y se enfrenta a un 2012 con el reto de hacer frente al vencimiento de 550 millones de euros de deuda financiera, debido a la situación que sufre por la caída de la actividad de la construcción. Este 2011 será el primer año en el que los accionistas de Cementos Portland terminarán el año sin haber recibido dividendo, después de que la compañía aprobara destinar todo el beneficio de 2010 a reservas. La decisión, que ha dejado a FCC sin la posibilidad ingresar seis millones de euros de caja por los dividendos que le correspondían, también ha condenado a los minoritarios a quedarse sin los tres millones de euros que podría haber repartido la compañía si hubiera mantenido la remuneración del año anterior.
Todo esto ocurre cuando Cementos Portland acumula un 18% de rentabilidad negativa en lo que va de año por la caída en la cotización de sus acciones. Los resultados del primer semestre, período en el que la cementera ha acumulado unas pérdidas después de impuestos de 5,1 millones de euros han contribuido poderosamente a retener las acciones en una cotización baja, a lo que hay que sumar el pinchazo por la vía de los hechos de los rumores que surgieron tras el verano de una posible desinversión de Portland en Estados Unidos.
Las pérdidas de la cementera se explican, según los analistas, por la caída en picado del consumo de cemento en España, debido al parón de la construcción, a lo que se unen las dificultades por las que atraviesan sus inversiones en el exterior. La principal filial de Cementos Portland es la Société des Cements d'Enfida, radicada en Túnez, país que atraviesa una difícil situación política y que ha visto también cómo cae su actividad económica. En Estados Unidos, la cementera de Esther Koplowitz tiene como cabecera a la empresa Giant Cement Holding, dedicada también a la venta de cemento, áridos y hormigón, fundamentalmente.
La situación en Túnez, donde radica el 11% de la actividad de Cementos Portland parece haberse estabilizado políticamente tras las elecciones celebradas el pasado octubre, pero la vertiente económica sigue siendo una incógnita. En Estados Unidos (15% del negocio del grupo), la patronal del sector (Portland Cement Association) señala en sus últimos presupuestos que el consumo de consumo retrasa su recuperación hasta el año 2013. Y en España, la patronal Oficemen acaba de hacer públicos los datos de los nueve primeros meses de 2011, en los que el consumo de cemento ha caído un 14,5% con respecto a igual período de 2010, en el que ya había se había producido otra caída interanual superior al 15%.
Si las perspectivas del entorno no son nada halagüeñas, de puertas para adentro la situación de Cementos Portland es prácticamente de economía de guerra. En sus últimas presentaciones a analistas ha hecho hincapié una y otra vez en la paralización de sus inversiones como demostración de que está dispuesta a reducir su deuda financiera, fijada a 30 de junio último en 1.264 millones de euros (el doble de la capitalización bursátil de la sociedad al cierre del pasado viernes), tras haber descendido casi 200 millones desde los 1.456 millones que acumulaba a 30 de junio de 2010. Sin embargo, en el primer semestre de 2011 sólo ha sido capaz de reducir la cifra en 24 millones. El grueso de la bajada la realizó en 2010.
En la última presentación a analistas, la documentación presentada por la empresa señala textualmente que "las inversiones en el primer semestre de 2011 fueron de 23,2 millones de euros, lo que refleja la política de ajuste de inversiones realizada por el Grupo". A continuación añade que "las principales actuaciones están relacionadas con el incremento de la capacidad del Grupo de utilizar combustibles alternativos en sus fábricas de cemento en España y con la fabricación de nuevos cementos".
A últimos de mayo pasado, un comentario publicado en Financial Times lanzó el rumor de que Cementos Portland estaba dispuesta a vender su negocio de Estados Unidos, en todo o en parte, precisamente para reducir su apalancamiento financiero. Sin embargo, los meses han ido pasando y la fuerza de los hechos ha desinflado el rumor que en su día hizo subir la cotización de la cementera y de su matriz FCC. Tal y como ha reconocido la propia sociedad ante los analistas, la única desinversión en Estados Unidos suma 11,3 millones de euros, que provienen fundamentalmente de la venta de la terminal marítima de importación de cemento en Norfolk.
Además, y según comentan los expertos, una desinversión masiva de Cementos Portland en Estados Unidos aumentaría significativamente el peso de España en su negocio total, que ya es del 67%, lo cual supondría un hándicap para su evolución a corto y medio plazo, debido a la atonía de la construcción en España y a los previsibles recortes en la inversión en obra pública durante los próximos dos años para cumplir objetivos de déficit público comprometido con la Unión Europea.
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