Monday, March 26, 2012

ESPAÑA: La cementera Cosmos para el horno de clinker

La fábrica de cemento Cosmos, ubicada en Toral de los Vados (León), «se ha visto obligada», según anunció la dirección de la empresa, a parar su horno debido «a la crisis que sufre la economía española y el sector de la construcción en concreto»!. El sector cementero, argumentaron, está muy afectado por la coyuntura económica actual y la consecuencia es que la empresa ha dejado de fabricar clínker, la caliza cocida que es la materia prima del cemento. La parada será provisional y se extenderá, en un primer momento, hasta el mes de mayo, con el fin de equiparar la producción a la demanda real. Está previsto que en función de cómo evolucione el mercado en los próximos meses, la fábrica vuelva a programar paradas de julio a octubre y a finales de año.

No obstante, esta parada del horno no afecta, «de momento», a la plantilla, ya que la actividad de la fábrica continúa en la molienda de cemento y en la expedición. Asimismo se aprovechará esta situación para efectuar labores de limpieza y reparación de la línea del horno y otros trabajos en la cantera.

Menos consumoEl consumo de cemento en España en el mes de febrero ha sido de 1,2 millones de toneladas, un 32% menos que en el mismo periodo del pasado ejercicio, apuntaron fuentes de la dirección del grupo Cimpor, propietario de Cosmos, asegurando que «la dificultad por la que atraviesa la industria cementera es de tal magnitud que hay que remontarse a 1967 para encontrar cifras semejantes a las que se están produciendo en este último mes».

Según el director general de la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Aniceto Zaragoza, «estamos asistiendo a un colapso de la demanda de cemento y por tanto de la actividad productiva en todo el sector de la construcción. La decisión del Gobierno de reducir la inversión pública un 40% viene a agravar esta situación y tendrá consecuencias muy negativas para los más de 1,2 millones de trabajadores de la construcción. Se necesitan medidas que impulsen programas de infraestructuras y vivienda que garanticen el futuro de nuestra actividad».
De hecho, si el mercado sigue evolucionando como hasta ahora y, según las previsiones, Cosmos parará este año cinco meses. Actualmente Cosmos cuenta en sus silos con un stock de casi 110.000 toneladas entre clinker y cemento, por lo que «no puede continuar» con su ritmo habitual de fabricación hasta que no dé salida a los excedentes. La capacidad de producción de la planta es de 1,5 millones de toneladas al año.

Apuesta por los combustibles alternativos
El director de la fábrica, Luis Arroyo, aseguró que «los ceses de actividad, habituales en nuestra industria para realizar tareas de mantenimiento, se están convirtiendo en algo estructural debido a las circunstancias del mercado. Nuestro máximo esfuerzo en estos momentos está dirigido a gestionar esta situación sin que les afecte a los trabajadores y ello nos obliga a ser más competitivos que nunca. Y esto pasa por la diversificación de nuestros combustibles. Esta actividad se realiza en la práctica totalidad de las cementeras españolas y sólo podremos equipararnos a ellas si actuamos de la misma forma y con los mismos parámetros. Si no conseguimos utilizar otros combustibles corremos el riesgo de no ser competitivos en el mercado, tal y como se perfila el escenario a medio plazo».

Mientras tanto, los integrantes de la asociación Salvemos el Bierzo, nacida para impedir la quema de residuos alternativos en Cosmos, ha iniciado con el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Alfonso Arias, la ronda de contactos para solicitar a los ayuntamientos de la comarca que presenten mociones contra la incineración de residuos en la cementera de Toral. El presidente de la institución berciana ha respaldado la Proposición No de Ley elaborada por el colectivo para promover la modificación de la ley de Medio Ambiente de la Junta que evite que Cosmos queme otra cosa que no sea biomasa forestal. El presidente del Consejo dio el visto bueno a la biomasa, pero no a otros materiales que sean contraproducentes con el sector agroalimentario, fundamental para la economía berciana.

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