La Industria Nacional del Cemento (INC) puede ahorrar alrededor de US$ 20 millones si cambia el combustible que actualmente utiliza, y al que actualmente accede dificultosamente, según fuentes del ente estatal. Sin embargo, hoy busca recursos de cualquier fuente para mantenerse a flote.
De acuerdo a informaciones de la propia institución, la INC enfrenta actualmente la falta de capital operativo para permitir que la empresa siga funcionando medianamente bien. Se estima que requiere para ello unos US$ 10 millones. Existe también una deuda con Petropar por la provisión de fueloíl cercana a los US$ 10 millones que, de no ser cancelada o renegociada, pone en serio riesgo la continuidad de la producción de la cementera.
Asimismo, tiene proyectos de inversión comprometidos, ya que existen contratos internacionales de por medio, por unos US$ 45 millones. El principal y más importante lo constituye el cambio de combustible del horno que actualmente utiliza; o sea, sustituir el fueloíl por coque de petróleo y otros combustibles alternativos, muchísimo menos onerosos.
Según los datos, la planta de clínker en Vallemí es probablemente la única que queda en toda Sudamérica, y una de las pocas a nivel mundial, que sigue utilizando el fueloíl como combustible, por el elevado costo del mismo, a más de la dificultad de obtenerlo.
La sola ejecución del proyecto de cambio de combustible, indispensable para que la INC pueda ser competitiva, y que tiene un retorno de la inversión en no más de dos años, permitirá realizar el ahorro suficiente como para poder implementar todas las demás inversiones requeridas.
Un estudio realizado ya en el 2009 revela el ahorro anual por utilización de coque de petróleo en sustitución del fueloíl, para una producción de 810.000 toneladas de clínker. El costo anual del fueloíl es el siguiente: US$ 600 el m3 x 87.000 m3 es igual a US$ 52.200.000. Por su parte, el costo anual de coque de petróleo es el siguiente: US$ 300 por tonelada x 108.000 toneladas equivalen a US$ 32.400.000, lo que da como resultado un ahorro anual de US$. 19.800.000.
Paralizaciones
Hay que agregar que los continuos paros en la producción de la INC, motivados principalmente por inconvenientes en la provisión del fueloíl, resultan en perjuicios económicos sustanciales. El 2 de agosto último, nuestro diario publicó que tras 70 días de paralización del horno de clínker, la INC reactivó la producción de este insumo principal. A causa de esto, más de US$ 25 millones dejaron de ingresar a la estatal, ya que se dejó de producir alrededor de 4 millones de bolsas.
Por otra parte, la pérdida social generada por la falta de cemento es incalculable. Se estima que cada bolsa del material de construcción da trabajo a entre 10 y 15 obreros de este sector y en el último período de paro, se dejó de producir aproximadamente 57.500 bolsas.
No comments:
Post a Comment