La explanada de punta Langosteira se estrenó hace dos semanas con la primera descarga de clínker con destino a Sudamérica. Es una operación nada desdeñable, ya que supone el traslado de 35.000 toneladas de este mineral. Sin embargo, también ha evidenciado la necesidad de contar con el transporte ferroviario cuanto antes, ya que el traslado de material de la empresa por carretera supondrá 1.700 trayectos de camión, según reconoció el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada. Sin embargo, la operación por ferrocarril se completaría en solo 30 viajes, según estimaron desde el Puerto.
El mineral que se está acumulando en Langosteira procede de la Cementera Cosmos, situada en Toral de Los Vados (León), una empresa del grupo brasileño Camargo Correa, que cuenta con línea férrea en sus instalaciones, lo que permitiría realizar este servicio de una manera ágil por tren.
Sin embargo, falta ese enlace en el destino final y las previsiones más halagüeñas sitúan el acceso ferroviario del puerto exterior a finales del año 2016, cuando está prevista la conclusión de la obra de la dársena de Langosteira, o principios del 2017. Todavía está en período de estudio informativo y no se ha decidido ni tan siquiera el trayecto definitivo de la vía.
Gran espacio
Este tráfico de clínker tiene la peculiaridad de que al ser una gran cantidad de material la explanada del puerto exterior resulta idónea para realizar el trasiego y debido a que los costes se encarecen con las cargas y descargas, no resultaría rentable realizar dos trasvases de la carga para salvar una distancia de 200 kilómetros, que es lo que separa la planta de la empresa exportadora y el lugar de carga de la mercancía.
La previsión es que el material, del que ya se lleva acumulado en Langosteira alrededor de 16.000 toneladas, se vaya depositando allí hasta la fecha de la partida, que se estima que será en torno al día 27 en un único mercante.
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