La Comisión del Acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, conformada para desarrollar un transporte fluvial más efectivo para sus miembros, dejó de reunirse hace tres años.
La inactividad del grupo, del que Bolivia es parte, concuerda con el año en que Argentina endureció sus trabas comerciales. En Paraguay y Bolivia coinciden en la importancia del flujo por ese canal.
La última reunión de esta Comisión, integrada por representantes de Paraguay, Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia, se desarrolló en Asunción en julio de 2011, reporta el diario paraguayo ABC en su edición electrónica de ayer y señala que, desde ese entonces, los gremios empresariales ligados al comercio fluvial paraguayo ya protestaban por el aumento de las trabas burocráticas y técnicas creadas por el Gobierno argentino, que dificultan la navegación de las embarcaciones paraguayas.
Antes de julio de 2011, la Comisión se reunía casi cada año, siguiendo los puntos establecidos y tratando temas enfocados en el Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná (CIH), una organización formada en 1989 y que se reglamentó en 1992, de la que participan también los cinco países miembros.
ABC reportó que para los empresarios fluviales paraguayos las trabas argentinas son un boicot y que la situación de la hidrovía amerita una reunión del grupo, debido que su comercio muestra una tendencia alcista tanto en exportación como en importación; pero que no tiene en la hidrovía la libre navegabilidad requerida, libertad que se proclama en tratados internacionales vigentes.
El sector privado paraguayo pide a su Gobierno, un mayor interés en lo que significa el tránsito fluvial para el Paraguay la hidrovía, considerando el impacto económico que representa.
En Bolivia, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) señaló que la hidrovía es importante para el país porque sirve de salida para las exportaciones de soya y derivados, de alcohol e inclusive de madera y cueros y también para el hierro en bruto que sale del Mutún. Por otra parte, sirve para la importación de Clinker, cemento, trigo y diesel.
Rodríguez hizo el mismo cuestionamiento que los empresarios paraguayos al señalar que las trabas argentinas no son algo nuevo y que “hay países que hablan de integración, pero en la práctica se esmeran en poner restricciones”.
Para ilustrar la importancia de la hidrovía, el especialista en logística, Rafael Quintela señaló que hace unos 7 años Bolivia llegó a exportar 1 millón de toneladas por ese canal y a costos muy competitivos.
En mayo pasado, una comisión del Parlasur se reunió en Montevideo (Uruguay) para debatir sobre salud materna y el proyecto de Hidrovía Paraguay-Paraná; pero no se conocen resultados.
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