Cementos Portland Valderrivas cerrará parcialmente dos de las ocho plantas que tiene operativas en España, dentro de un proceso de reestructuración que contempla despidos de hasta 500 personas, entre contratados y externos, una sexta parte de su plantilla española, explicaron hoy fuentes del grupo.
Esta reestructuración será suficiente para atender un consumo de 30 millones de toneladas anuales, que son las que debería poder asumir el mercado en el medio plazo, según un documento elaborado por la filial cementera de FCC y presentado hoy.
No obstante, la empresa ha comenzado el año con un descenso del consumo del 20% respecto al mismo periodo del año anterior, con cifras que, extrapoladas al resto de 2012, supondrían volver a los 16 millones de euros facturados en 1984.
Cementos Portland cuenta con fábricas en Alcalá de Guadaira (Sevilla), El Alto (Madrid), Monjos (Barcelona), Vallarca (Barcelona), Hontoria (Palencia), Mataporquera (Santander), Lemona (Bilbao) y Olazagutía (Navarra).
Los planes del grupo pasan por cerrar "temporalmente" los hornos de dos fábricas y, en principio, mantener operativos sus molinos de clinker (material del que se extrae el cemento), aunque no descarta, si empeoran las condiciones del mercado, dejarlas sólo como centros de distribución.
Fuentes de la cementera aseguran que aún no han decidido cuáles serán las dos plantas afectadas, ya que dependerá de los costes de producción y transporte, así como de las pérdidas por los derechos de emisión de gases contaminantes.
Sin embargo, entre las posibilidades que baraja la compañía están una de las barcelonesas y una de las del norte (Bilbao, Santander, Navarra o Palencia), con las que se despediría a algo más de 300 personas. El resto de los despidos se deberán a la "reorganización de la estructura de negocio del grupo en España".
Según sus cálculos, la reestructuración tendrá un coste para la compañía de hasta 50 millones de euros en 2012.
Además de este "plan de choque", Cementos Portland busca refinanciar los 1.500 millones de euros de deuda que tiene, para lo que ha puesto en marcha la venta de su filial en Estados Unidos, Giant, y una ampliación de capital, si bien sólo ejecutará una de las opciones y lo hará antes de junio.
En cuanto a la primera vía, las fuentes aseguraron que de momento "no hay ninguna oferta en firme" para la venta de Giant, cuyo valor debería rondar los 700 millones de dólares (533 millones de euros) y que cuenta con una deuda de 340 millones de euros.
En la segunda vía, la cementera busca inversores industriales o institucionales que se comprometan con sus proyectos de diversificación geográfica a largo plazo y que estén dispuestos a aportar unos 200 millones de euros.
En cualquier caso, el principal accionista de la cementera, FCC, no acudiría a una eventual ampliación de capital, por lo que diluiría su participación actual (70%), pero siempre manteniendo el control de Portland.
El consumo de cemento en Estados Unidos se ha contraído desde 2005, si bien se estabilizó en 2011, año en el que las ventas de Giant ascendieron a 197,3 millones de dólares (150,5 millones de euros).
Las previsiones de Portland apuntan a un aumento del consumo en el mercado norteamericano a partir de 2013. La consecución de una de las dos opciones supondrá reducir el endeudamiento entre 200 y 300 millones de euros y situarlo en 2012 en cinco veces el ebitda, indicador que se situará en 200 millones de euros el próximo año.
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