Un total de 19.870 toneladas de cemento gris dejaron de entrar a Risaralda en el último año, lo que representa una caída del 10.27% en la comercialización de este material para la construcción comparado al año 2011.
Según estadísticas entregadas por el Dane, de los despachos de cemento realizados al departamento según su distribución, el canal de comercialización, que es el de mayor peso en la región, pasó de mover 128.396 toneladas en el 2011 a 92.419 en el último año, lo que representa una caída del 28%.
Caso contrario sucedió con el canal de distribución de las constructoras el que incrementó hasta un 69%, pues pasaron de comprar 23.477 toneladas de cemento gris a 39.403 toneladas.
Para las concreteros la compra de este material de construcción también se incrementó en un 1.2% en el último año en comparación al 2011.
El gerente de Camacol en Risaralda, Gustavo Aristizábal, señaló que la reducción en la comercialización del cemento gris está relacionada con la disminución que registró el sector de la construcción el año pasado.
Sin embargo, Aristizábal explicó que en lo que se refiere a los canales de distribución, hay una reducción de ventas de los subdistribuidores como las ferreterías, asociado a que la construcción se ha dejado de trabajar con ladrillo, mientras las concreteras y los constructores aumentan sus compras para mezclarlo, y hacer las paredes de las viviendas que es un nuevo sistema que utilizan los constructores que tienen el reto de hacer gran cantidad de casas rápidamente.
35% se espera incremente la construcción en los próximos tres años, pero eso depende de que las condiciones económicas continuan iguales.
62% redujo los despachos de cemento gris a Risaralda en el último diciembre, comparado al mismo mes en el 2011.
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