LA SEMANA PASADA Banxico que encabeza Agustín Carstens volvió a ajustar sus estimaciones de crecimiento para este 2013 con un rango inferior del 0.9%, congruente con la perspectiva de los expertos.
Se espera que la SHCP de Luis Videgaray haga lo propio, una vez que INEGI a cargo de Eduardo Sojo dé a conocer la próxima semana el dato de la evolución del PIB al tercer trimestre.
Ya sólo faltan 49 días para que termine el 2013 y ya muchos comienzan a hacer el conteo regresivo para que llegue a su fin este complicadísimo ejercicio, peor de lo que todo mundo esperaba.
Construcción o la venta de bienes de capital —el caso de camiones y tractocamiones— finalizarán con números negativos. Para muchos renglones será lluvia sobre mojado.
La Cámara de la Construcción (CMIC) que comanda Luis Zárateestimaba que para el último trimestre podría haber un repunte. Esto no se ha dado y es casi seguro que aún en enero y febrero del 2014 tampoco se presente.
Otra industria que ha pagado los platos rotos es la del cemento, cuya demanda igual se ha precipitado. Hasta septiembre se habla de una baja del 18%, nada lejana al 27% que se tuvo en la gran crisis de 1995.
Hay varios factores que explican esta situación. De entrada la lentitud por parte del gobierno de EnriquePeña Nieto para detonar los grandes proyectos de infraestructura.
Aunque en su momento se habló de 400 mil millones de dólares para el sexenio, en la práctica sólo se ha presentado el compromiso para comunicaciones y transportes.
La vivienda que en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderónfueron un motor, en este año en el mejor de los casos alcanzará un tren de unas 350 mil casas nuevas.
El poder de compra por su parte, está por los suelos, ya que el mercado interno está contraído, lo mismo que las inversiones y el empleo.
En el negocio del cemento hay que recordar que 75% de la demanda se genera al menudeo, o sea a granel, y el motor es la vivienda tanto formal como informal.
Se cree que la demanda podría cerrar el año con una caída cercana al 15%, máxime porque viene diciembre que es bajo para esa actividad.
De ahí que el entorno para firmas como Cemex de Lorenzo Zambrano, Holcim que dirige EduardoKretschmer, Cruz Azul de Guillermo Álvarez, Moctezuma que comanda Pedro Carranza, Cementos de Chihuahua que lleva Manuel Milán y Fortaleza a cargo de Antonio Taracena no sea el mejor.
Hasta agosto la producción de cemento gris en el país, conforme a datos de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem) que lleva Osmín Rendón, sumaba apenas 23.3 millones de toneladas contra 24.5 millones del mismo lapso del año pasado, lo que significó una baja del 5%.
De hecho si comparamos año con año, el mercado de cemento se ha mantenido muy estancado. En 2009 la producción fue de 36.1 millones de toneladas, cifra casi similar a la del 2012, que ahora ni siquiera se podrá alcanzar, puesto que se calcula una baja anual de entre 5% y 6%.
En ese sentido la producción estará en un nivel menor al del 2009 cuando el PIB de la economía fue negativo.
Vale señalar que la industria cementera con 35 plantas distribuidas en todo el país tiene una capacidad instalada de 57 millones de toneladas que hoy obviamente no se aprovecha al 100%, situación reveladora de la difícil fase que atraviesa México desde hace tiempo.
Para el 2014 agregue el golpe que significará para el consumo y muchas actividades económicas la reciente miscelánea fiscal.
Si bien muchos analistas estiman que el gasto público debería ser un amortiguador, la verdad es que en la práctica dicho efecto está por verse, considerando que la eficacia de muchas partidas no siempre es la mejor.
Por lo pronto la realidad se impone y el rubro del cemento constituye un inmejorable indicador de lo que hoy sucede en nuestra economía.
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