El consumo nacional de cemento arrancó el 2014 con una caída del 13,6 %, y se situó en las 764.011 toneladas en enero, una cifra que sigue sin dar muestras de recuperación del sector y que ha sido aún más acusada que la prevista por la patronal de cemento Oficemen. Esta nueva caída se produce inmediatamente después de que el consumo de cemento encadenase en 2013 su sexto año consecutivo de caídas de doble dígito, en concreto un 20 %, una tendencia que la patronal cementera prevé que se mantenga también en 2014, para el que se estima un descenso de entre el 7-8 %.
Sin embargo, el porcentaje de caídas estimadas para este año ha llegado incluso a casi duplicarse con el descenso del consumo observado en el primer mes del año. Desde los máximos de 2007, el consumo de cemento en España se ha recortado en un 80 % hasta situarse por debajo de los 11 millones de toneladas a cierre de 2013.
De cara a 2014, la agrupación de fabricantes de cemento cree que la demanda doméstica se situará en torno a 10 millones de toneladas y el consumo per cápita a 220 kg por habitante, una cifra que se remonta a los datos de 1962 y sitúa a España por debajo de Marruecos y cerca de los valores de India.
En este sentido, la patronal cementera prevé que la demanda doméstica se sitúe este año en torno a 10 millones de toneladas y el consumo per cápita a 220 kg por habitante, una cifra que se remonta a los datos de 1962 y que sitúa a España por debajo de Marruecos y cerca de los valores de India. En este contexto, Oficemen reclama unos costes eléctricos competitivos que no limiten las exportaciones de la industria cementera, así como una retribución por el servicio de interrumpibilidad del entorno de los 15-20 millones para este año ya que el conjunto de las reformas energéticas han tenido para el sector un impacto aproximado de 50 millones de euros.
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