El presidente de la Industria Nacional del Cemento (INC), Jorge Méndez, anunció ayer que desde el próximo lunes habrá una parada del horno de Vallemí, a fin de proceder al cambio de refractarios. Aclaró que este paro no afectará la entrega de cemento que estiman se mantendrá en un promedio de 45.000 a 50.000 bolsas por día.
Explicó que este paro estaba planificado. “Estábamos operando al máximo y vimos que los refractarios ya estaban al límite de cinco centímetros. Entonces, esto es una parada programada desde el lunes para entrar y hacer los cambios”, dijo.
Estimó que la tarea de refacción demandaría entre dos y tres semanas, pero esperan que puedan hacerlo en el menor tiempo posible para reiniciar la producción.
Méndez indicó que tienen stock suficiente de clínker para mantener la provisión diaria de cemento durante 45 días.
“Hay más de 50.000 toneladas de clínker. Con esto queremos dar la tranquilidad a los clientes de que vamos a mantener la entrega del producto”, enfatizó.
Añadió que esta será la última parada del horno en el año y que ya tienen todos los insumos y preparada la mano de obra para hacer las refacciones.
DEMANDA. El titular de la cementera estatal señaló que este año tuvieron alta demanda del producto, debido a que el consumo fue mayor.
En este contexto, señaló que están previendo la importación de 60.000 toneladas de clínker, a fin de garantizar que no falte cemento.
Apuntó que decidieron que es mejor tener suficiente materia prima de stock que junto al existente en Vallemí y lo que se producirá en lo que resta del año ya tendrían reserva como para unos 120 días.
Por otra parte, Méndez refirió que la próxima semana estarían firmando con el Ministerio de Hacienda el convenio para el desembolso de los 67 millones de dólares de los bonos soberanos que serán invertidos en la modernización de la planta de producción de la INC.
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