Gremios de distribuidores y de la construcción se oponen al incremento oficial del precio de productos de la Industria Nacional del Cemento (INC), por considerarlo “injustificado”. Sostienen que se estaría premiando la ineficiencia en la estatal y perjudicando a los compradores finales.
Fuentes de la INC confirmaron que las autoridades de la cementera manejan la posibilidad de aumentar el precio oficial del cemento, en aproximadamente 7.000 guaraníes por bolsa del material. La justificación es el encarecimiento del fueloíl, combustible utilizado en el horno de clínker.
Esta intención de la administración actual, presidida por Optaciano Gómez Verlangieri, ya había sido difundida de manera extraoficial en diciembre pasado y el objetivo real sería mejorar la pésima situación económica por la que viene atravesando la cementera desde hace meses.
Actualmente, el cemento tipo compuesto se vende en la INC a 34.000 guaraníes por bolsa para distribuidores; el puzolánico, 35.000 guaraníes; y el de albañilería, 26.330 guaraníes. Vale decir que si el encarecimiento se llegara a realizar y con el mismo valor mencionado para las tres variedades del material, los precios pasarían a 41.000, 42.000 y 33.330 guaraníes, respectivamente, para “depositeros”.
No hay justificación para el encarecimiento
Ya a fines del año pasado, la Mesa Sectorial de la Construcción de UIP, que aglutina a 13 gremios del sector, había dejado su postura clara sobre este tema: Un encarecimiento sería “injustificado”, ya que se estaría “premiando la ineficiencia y corrupción de INC”. Eso, atendiendo a que si la estatal tiene mayores costos en su fueloíl no es por un encarecimiento del producto a nivel internacional, sino por las compras irregulares de empresas contratadas sin licitación, por el uso de transporte terrestre en lugar de fluvial, etc.
El presidente de la Mesa Sectorial, Luis Tavella, recalcó ayer a nuestro diario que un incremento de precios sería “tomado de los pelos”, ya que si hoy se tiene déficit en la cementera es únicamente “por ineficiencia de la administración”.
La medida no acarrearía una solución a la problemática del cemento, ya que seguirán las licitaciones amañadas, las contrataciones de servicios innecesarios excesivamente caros (como usar flete terrestre en lugar de fluvial) y la producción no aumentaría.
Tavella indicó que algunas empresas constructoras que tienen obras estatales habían pedido el incremento del precio oficial del cemento porque actualmente lo compran a valores mucho más elevados que el de INC, mientras que el Estado solo reconoce la cotización de la cementera.
“Pero sería muy injusto perjudicar a la mayoría, principalmente al pequeño constructor y al pequeño propietario, para beneficiar a grupos de empresas”, subrayó, agregando que la intervención a la INC es lo que se debería hacer, de cara a controlar su manejo administrativo.
Aumento para sueldo de los contratados
“Las veces que hay aumento de precio oficial, uno piensa que es para mejorar la producción, pero se termina gastando esa suba para pagar el sueldo de contratados y la fábrica no mejora”, destacó por su parte el directivo de la Cámara de Vendedores de Materiales de Construcción (Cavemaco), Conrado Valenzuela.
Coincidió con Tavella en que “no se justifica” el encarecimiento, si finalmente iría a parar al pago de gastos corrientes. “Lo que INC tiene que hacer es disminuir su personal”, reiteró, haciendo referencia a que entre los tres frentes de la estatal (Vallemí, Villeta y Asunción), se tienen alrededor de 600 empleados contratados por Gómez Verlangieri.
“La INC se volvió una empresa familiar de las autoridades, que beneficia a correligionarios y amigos. Por eso estamos en contra de la suba”, puntualizó. Agregó que muchos “depositeros” prefieren trabajar con el cemento importado, ya que hay demasiadas trabas para acceder al nacional.
A su vez, la vicepresidenta de Asociación de Distribuidores de Alto Paraná (ADAP), Miriam Román, señaló que los “depositeros” de la zona decidieron apostar por el cemento extranjero. “Nadie más quiere comprar de la reventa, porque otros consiguen del cupo que nos corresponde a nosotros y nos vuelven a vender”, apuntó.
También la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) rechaza un aumento de precio sin un estudio previo que lo sustente. El vicepresidente del gremio, Juan José Barrail, indicó que si hay suba tiene que ser para que la INC se capitalice y produzca más, “no para manterner más empleados”.
Explicó que Capaco propuso meses atrás subir el precio del cemento oficialmente, para combatir la especulación. Pero si se llega a dar el encarecimiento, “tiene que haber una ley que garantice que la suba sea para la producción, porque no queremos subsidiar la corrupción, que es lo que estamos haciendo ahora”.
Lamentó que en lugar de aprovechar el cemento nacional, las obras tengan que construirse con producto extranjero. “El sector privado se movió para poder importar, porque la pérdida por falta de cemento es inconmensurable”, puntualizó.
Ultimo aumento
El último aumento de precio oficial de INC se había dado el 17 junio de 2008, cuando el cemento pasó a valer de 28.270 a 35.000 guaraníes por bolsa.
El presidente de la INC de ese entonces, Luis Carlos Gamarra (ANR), justificó el aumento con el encarecimiento del 70% en el precio del fueloíl. Ahora, Optaciano Gómez tiene el mismo argumento y quiere subir cerca de G. 7.000 por bolsa.
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