La cementera podrá utilizar hasta 12.000 toneladas al año de biomasa forestal, lo que supondrá un ahorro de 3.000 toneladas de combustible fósil
Tras más de dos meses con el horno parado, Cementos Cosmos reinicia esta tarde la actividad de producción de clínker. A finales del mes de febrero y debido a una acumulación de stock de 110.000 toneladas de clínker, la compañía se vio obligada a parar el horno hasta dar salida en el mercado a este excedente.
A partir de este lunes el horno volverá a operar con total normalidad. La próxima semana Cementos Cosmos comenzará a utilizar, además de sus combustibles habituales fósiles, como coque de petróleo, carbón y hullas del Bierzo, restos de poda.
La cementera podrá utilizar hasta 12.000 toneladas al año de biomasa forestal, lo que supondrá un ahorro de 3.000 toneladas de combustible fósil y finito. La utilización de un porcentaje de biomasa como combustible no conlleva un incremento de la capacidad productiva, ni mayor producción de residuos, ni incidencias sobre el medio ambiente ya que no se incrementan las emisiones del horno de clinker.
Un proveedor de Toral de los Vados ha preparado el material para suministrar biomasa a la fábrica. De este modo, Cosmos comenzará a utilizar la instalación que construyó el año pasado y cuya inversión ascendió a 1,5 millones de euros.
Esta instalación es exclusivamente de recepción y alimentación al horno. Como ya ha reiterado la compañía en multitud de ocasiones, el uso de biomasa forestal sólo representa la sustitución parcial del combustible habitual pero en ningún caso Cementos Cosmos se va a convertir en una incineradora. Cementos Cosmos es una cementera y va a seguir siéndolo aunque utilice otros combustibles.
Como asegura el director de la planta de Toral de los Vados, Luis Arroyo: "La producción de cemento es la única razón de ser de nuestra planta y no vamos a dejar este negocio para probar nuevas experiencias. El uso de combustibles alternativos tampoco representa una actividad novedosa para nuestra industria. Es un proceso totalmente testado en multitud de industrias cementeras españolas y europeas desde hace más de tres décadas y durante todos estos años se ha demostrado que no afecta ni al medio ambiente ni a la salud de trabajadores ni del entorno, por eso es una apuesta cada vez más consolidada en nuestra industria y avalada por la legislación europea en materia medioambiental, que por cierto, es la más exigente del mundo".
Cementos Cosmos ha reiterado este lunes que el uso de combustibles alternativos "nada tiene que ver con la incineración por varios motivos. En primer lugar en una planta incineradora el 100% del material de entrada son residuos y tras la combustión se producen escorias y cenizas volantes que requieren una gestión. En una cementera, el 92% del material que se introduce en el horno son materias primas y el 8% restante es combustible. Lo que se produce es clínker y no se genera ningún residuo adicional que requiera ser gestionado a posteriori".
"En segundo lugar -afirma la compañía- la temperatura de ambos procesos nada tiene que ver. En una incineradora, la temperatura media es de 850º mientras que en el horno de clínker las temperaturas mucho mas altas, entre 1.000º y 2.000º, garantiza la destrucción de los compuestos orgánicos".
En definitiva, "el uso de combustibles alternativos, que nada tiene que ver con la incineración, no modifica las emisiones habituales de la fábrica, no afecta a la salud de los trabajadores ni a la de los vecinos del entorno y no representa ningún problema para los cultivos agrícolas ni para las ganaderías de la zona".
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