Durante mayo se consumieron en Lanzarote poco más de 2.691 toneladas de cemento, con un importante desplome con respecto al mismo mes del pasado año, cuando se pasó de 4.729 toneladas. Es decir, se mantuvo la tendencia de mucha menor demanda que ya se vivió en enero y en los meses posteriores, en lógica consonancia con el retroceso que está experimentando el sector insular de la construcción.
Sumados los números los primeros cinco meses de 2012, atendiendo a cifras publicadas por el Instituto Canario de Estadística (Istac), con un balance final inferior a las 15.000 toneladas de cemento, los indicios apuntan a que el año se cerrará como el ejercicio con peor estadística en mucho tiempo, alejado de las fechas de máxima demanda por parte de las empresas constructoras. Hubo varios ejercicios en que el gasto de cemento por año en Lanzarote pasó de las 200.000 toneladas de material.
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