En 2011 Colombia demandó 10 millones de toneladas de cemento. La Costa Caribe y Villavicencio son los mayores consumidores.
En 1996, cuando Cemex adquirió Cementos Diamante y logró un acuerdo para hacer lo mismo con Cementos Samper, la compañía mexicana enfilaba sus baterías para darle la pelea al Sindicato Antioqueño y convertirse en el número uno del mercado, y lo logró. Hoy, 16 años más tarde, la compañía mostró que se reinventa en el mercado para ofrecer soluciones y no productos, y anunció que se convertirá en constructora. Un actor al otro lado del mostrador que siempre ha atendido.
Aunque no lo hará directamente, sino a través de sus más cercanos amigos constructores, Cemex Colombia no quiere perderse el viaje en la locomotora de la vivienda que el Gobierno puso a rodar el 7 de agosto de 2010, con la que proyecta construir un millón de unidades y 100.000 más gratis para los más pobres de los pobres. Por eso va en uno de los vagones a cargo de las primeras casas.
Allí viaja Cemex con otras compañías, y a su cabeza está Carlos Jacks, su presidente, quien considera que Colombia está en el epicentro internacional y que hay que aprovechar las oportunidades que ofrece el país para ayudarlo a crecer y de paso desarrollar el negocio cementero.
De las 100.000 viviendas que el Gobierno entregará a través de la Red Unidos, Cemex tiene firmadas ya 16.000 unidades para desarrollar en Soacha, Bogotá, Cúcuta, Valledupar, Neiva y Dosquebradas (Risaralda).
“Arrancaremos con 8.000 viviendas. Ya conceptualizamos los proyectos y los tenemos listos para ponerlos en marcha. De esta forma contribuiremos a mantener el dinamismo que trae el país en este renglón de la economía”, explicó Jacks.
Si bien el año pasado en Colombia se consumieron 10 millones de toneladas de cemento, lo que representó un incremento del 14% frente a 2010, el presidente de Cemex recalca que este año el crecimiento en el consumo estará entre el 5% y el 7%, lo cual no significa que la locomotora de vivienda esté desacelerando.
Jacks considera que con el cambio de administración en las alcaldías y gobernaciones se desacomodaron las cosas, pero que el sector recuperará el dinamismo a final de año o comienzos de 2013.
El directivo explicó que la compañía se ha transformado para atender las obras que se avecinan. Durante 10 meses trabajaron en la reorganización de la empresa, lo que implicó sacar del mercado las marcas Diamante y Samper para dar paso a cinco productos Cemex.
“Tenemos soluciones para el constructor, el canal de distribución y el mercado de hogar, con las cuales brindamos soluciones técnicas, constructivas y hasta financieras”, explicó el empresario.
Con esta transformación y con el dinamismo que están tomando las obras de construcción de vivienda y de infraestructura de transporte, la empresa ajustará su planta de personal y para final de año ya no serán 1.800 empleados sino 2.700, es decir, un 50% adicional.
“Son las personas que se requieren para afrontar el reto en el que se embarcará el país con nuevas carreteras, hidroeléctricas, hoteles, centros comerciales y vivienda, especialmente en la Costa Caribe y Villavicencio, donde los empresarios montarán sus negocios para aprovechar las ventajas de los TLC y el crecimiento del negocio petrolero. En estas dos zonas se consume más cemento”, señaló Jacks.
“Creemos mucho en el país, creemos que va a tener varios años de crecimiento muy importante y que tiene un potencial de vivienda e infraestructura sin igual en América Latina. Por eso queremos estar allí y ser protagonistas del cambio”, concluyó.
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