Túnez, 4 ago - Túnez anunció hoy que su economía a experimentado un "crecimiento negativo del 3 por ciento" en los seis primeros meses de 2011 "a causa de la regresión del 50% de los ingresos del sector turístico y de la producción industrial".
El portavoz del ministerio de Finanzas, Jamel Belhaj, indicó en una conferencia de prensa celebrada en el Palacio del Gobierno, que los ingresos del sector turístico "son la primera fuente de divisas del país", y achacó el retroceso del sector industrial "a las huelgas y a los parones continuados".
Por su parte, el director general de Energía del Ministerio de Industria y Tecnología, Jaled Kadur, que también intervino, informó de que los grandes proyectos de prospecciones energéticas han sufrido un retraso a causa también de las huelgas.
Kadur comentó, entre otras cosas, que "sólo 6 pozos de prospección petrolera han sido perforados en lugar de los 14 previstos para 2011".
Desde el pasado fin de semana ha habido escasez en el suministro de combustible en las localidades de Zarzísy Ben Guerdan, (fronterizas con Libia), así como en la región de Zidi Bou Zíd (centro del país), debido en parte, al aumento del consumo con la llegada del mes de Ramadán.
En la misma conferencia de prensa, el director general de Industria Manufacturera del Ministerio de Industria y Tecnología, Kamel Oueslati, anunció "el cese de todas las operaciones de exportaciones de cemento" debido a la penuria actual de ese producto en el mercado local.
El responsable de Industria señaló que las huelgas en las fábricas de cemento de Enfidha (norte) y de Gabes (sur) "redujeron la producción local y han cuadruplicado los precios del cemento en el mercado negro".
Las siete fábricas de cemento existentes producen 7.700.000 toneladas anuales de las cuales 6.700.00 son para el consumo interior y un millón de toneladas se exportan a los países vecinos, Libia y Argelia.
Estos datos se conocen sólo siete días después de que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's (S&P) rebajara el pronóstico de la deuda de Túnez de estable a negativo debido al "aumento de los riesgos durante la transición política", aunque decidió mantener su nota de la deuda soberana en BBB-.
La agencia de medición tomó esta decisión por considerar que los riesgos del crédito continuarán durante 2012, "al menos hasta que tengan lugar las elecciones para una asamblea constituyente", previstas para el 23 de octubre de este año.
Según sus pronósticos, S&P planteó un escenario de futuro con un crecimiento del Producto Interior Bruto del 1% para el presente curso, que gradualmente recuperará el 5% anterior a la revolución hacia 2014.
Por otro lado, consideró que el déficit por cuenta corriente tunecino podría superar el 6% del PIB, principalmente debido al descenso de la actividad del turismo.
El portavoz del ministerio de Finanzas, Jamel Belhaj, indicó en una conferencia de prensa celebrada en el Palacio del Gobierno, que los ingresos del sector turístico "son la primera fuente de divisas del país", y achacó el retroceso del sector industrial "a las huelgas y a los parones continuados".
Por su parte, el director general de Energía del Ministerio de Industria y Tecnología, Jaled Kadur, que también intervino, informó de que los grandes proyectos de prospecciones energéticas han sufrido un retraso a causa también de las huelgas.
Kadur comentó, entre otras cosas, que "sólo 6 pozos de prospección petrolera han sido perforados en lugar de los 14 previstos para 2011".
Desde el pasado fin de semana ha habido escasez en el suministro de combustible en las localidades de Zarzísy Ben Guerdan, (fronterizas con Libia), así como en la región de Zidi Bou Zíd (centro del país), debido en parte, al aumento del consumo con la llegada del mes de Ramadán.
En la misma conferencia de prensa, el director general de Industria Manufacturera del Ministerio de Industria y Tecnología, Kamel Oueslati, anunció "el cese de todas las operaciones de exportaciones de cemento" debido a la penuria actual de ese producto en el mercado local.
El responsable de Industria señaló que las huelgas en las fábricas de cemento de Enfidha (norte) y de Gabes (sur) "redujeron la producción local y han cuadruplicado los precios del cemento en el mercado negro".
Las siete fábricas de cemento existentes producen 7.700.000 toneladas anuales de las cuales 6.700.00 son para el consumo interior y un millón de toneladas se exportan a los países vecinos, Libia y Argelia.
Estos datos se conocen sólo siete días después de que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's (S&P) rebajara el pronóstico de la deuda de Túnez de estable a negativo debido al "aumento de los riesgos durante la transición política", aunque decidió mantener su nota de la deuda soberana en BBB-.
La agencia de medición tomó esta decisión por considerar que los riesgos del crédito continuarán durante 2012, "al menos hasta que tengan lugar las elecciones para una asamblea constituyente", previstas para el 23 de octubre de este año.
Según sus pronósticos, S&P planteó un escenario de futuro con un crecimiento del Producto Interior Bruto del 1% para el presente curso, que gradualmente recuperará el 5% anterior a la revolución hacia 2014.
Por otro lado, consideró que el déficit por cuenta corriente tunecino podría superar el 6% del PIB, principalmente debido al descenso de la actividad del turismo.
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