El Ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Walter Delgadillo, reconoció ayer que el problema de desabastecimiento de cemento en el mercado interno es causado por un problema estructural y que está más allá de hechos coyunturales, en alusión al "congelamiento" de las cuentas de la privada Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce).
"El año pasado hubo (desabastecimiento) y es un problema estructural, está más allá de los problemas coyunturales", argumentó a los periodistas.
Un juez ordenó el pasado viernes congelar las cuentas bancarias de la empresa boliviano-mexicana por presunto daño económico de más de 100 millones de dólares a la ciudad de Sucre, durante los diez años que fue accionista mayoritario de la Fábrica Nacional de Cemento S.A (Fancesa).
En contrapartida, el gerente de Soboce Armando Gumucio, anunció un recurso de apelación para revertir ese fallo judicial.
"Yo espero que todo se arregle bien y que no tengamos déficit de cemento, porque el cemento tiene que ver con construcción y con uno de los ejes fundamentales de crecimiento nacional", consideró Delgadillo.
El Ministro de Obras Públicas señaló que la demanda interna de cemento crece a un ritmo de entre 10 a 15 por ciento y contrastó que "nuestra oferta está más baja".
La autoridad anunció que el Gobierno garantizará el abastecimiento de ese producto con la importación de clinker, la principal materia prima para la fabricación de cemento, como sucedió en la pasada gestión.
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