El Ministerio laosiano de Comercio e Industria arreció hoy el monitoreo de los proveedores de cemento para evitar la especulación con un material de altísima e insatisfecha demanda.
El ministerio realiza inspecciones para evitar la especulación, sobre todo durante la actual crisis de cemento en Vientiane, donde a los productores les está resultando difícil satisfacer la alta demanda.
El director de Comercio Doméstico, Santisouk Vilaychareun, aseguró que el precio del cemento permanece igual, pese al déficit y la creciente demanda, causada en parte por los controles en los despachos de las fábricas.
"Ya se han decomisado algunas cargas traídas de Tailandia bajo el pretexto de que serían usadas con fines constructivos, cuando en realidad era para vender", agregó.
La actual carencia ha generado protestas por el retraso en múltiples obras públicas y privadas, aunque la dirección del Grupo Cementero Nacional asegura que cada día son producidas entre mil y mil 500 toneladas del valioso polvo constructivo.
Inpone Phananoulack, alto directiva de dicho Grupo, explicó que la temporada seca trae este aumento en la demanda de cemento, pues la gente aprovecha para construir.
La crisis afecta solamente a Vientiane, y se espera traer unas 100 toneladas diarias de cemento desde la provincial de Khammuan para abastecer a la capital.
Laos tiene siete fábricas de cemento, con capacidad para producir unas 1.55 millones de toneladas al año, solamente suficientes para satisfacer un 80 por ciento de la demanda interna.
En su afán de modernización, Laos inicia cada año múltiples proyectos de desarrollo que "tragan" gran cantidad de cemento: tan solo la hidroeléctrica Nam Ngum 5 empleará 120 toneladas de materiales de la construcción diariamente.
El floreciente sector inmobiliario también ha provocado esta hambre de cemento, a tono con el aumento de las inversiones extranjeras y del ingreso promedio de los laosianos.
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