La Industria Nacional del Cemento (INC) contaba con un significativo stock de insumos y reservas de materiales para la producción antes del gobierno de Lugo; sin embargo, en el presente se agotaron el yeso, el clínker, el fueloíl, entre otros insumos y combustibles, razón por la cual se trabaja en medio de escasez e improvisación.
Uno de los constantes cuestionamientos de los técnicos de INC de Vallemí a su actual administración es su incapacidad de prever, ya que nunca se está completamente seguro de que la producción será normal y sostenible, al menos durante varios meses.
Critican a la administración actual de la cementera, presidida por Optaciano Gómez Verlangieri (PLRA), que el trabajo sea realizado muchas veces con interrupciones, con problemas de escasez de insumos y materiales, situaciones que pueden evitarse con la previsión y el criterio técnico.
Esa imprevisión se verifica con los datos del acta de entrega y recepción hecha el 18 de agosto de 2008, luego de que saliera el último presidente de INC de la “era colorada”, Carlos Gamarra, y el ingreso del primer titular del gobierno de Fernando Lugo, Diego Ferreira.
Ferreira, un antiguo funcionario de la estatal, permaneció en el cargo solo tres meses, ya que en noviembre de ese año lo sucedió Gómez Verlangieri, ex intendente de Limpio. Hasta ese momento, la cementera contaba con buenas reservas de insumos, necesarias para asegurar la provisión de cemento a un mercado con creciente demanda.
En el acta de referencia, página 18, se detalla el stock de los insumos. Por ejemplo, la cantidad total de clínker era de 85.546,088 toneladas, de las cuales 41.278,57 correspondían al stock en fábrica de Vallemí, 18.363,60 eran cargas en tránsito y 22.903,918 la existencia en planta de Villeta, donde tienen el principal molino del cemento.
Esa cantidad de clínker, principal insumo del cemento, permite producir aproximadamente 2.463.727 bolsas del material de construcción, para la provisión de dos meses y medio, entregando 50.000 bolsas por día.
Sin embargo, actualmente la INC tiene apenas 1.803 toneladas de clínker en silo, 1.611 toneladas en planta y 2.439 toneladas en tránsito, según datos brindados por los técnicos de Vallemí. Justamente, debido a la escasez de este insumo cayó la entrega de la cementera en la semana última. Hubo días en que el suministro fue de sólo 20.000 bolsas por día, apenas el 25% de la demanda diaria del mercado, que alcanza las 80.000 bolsas.
Otro problema constante es la escasez de fueloíl, necesario para que trabaje el horno refractario de clínker. Mientras que en el 2008 el stock del combustible era de 2.497 metros cúbicos, actualmente es de 1.695, para apenas unos días más de producción.
La cementera cuenta con tanques como para almacenar 18.000 metros cúbicos de fueloíl en Vallemí, pero toda esta infraestructura está ociosa, ya que la INC no logra almacenar suficiente stock, ni siquiera para producir durante un mes.
Así también, el documento indica que las reservas de la estatal en materia de puzolana ascendían a 16.152,40 toneladas, mientras que ahora la cifra es de 6.949,1 toneladas, según informaron los técnicos.
Otro insumo que también dejó de tenerse en reserva es el yeso. Mientras que antes de la administración de Gómez se contaba con 2.067,28 toneladas, el stock actual es nulo.
Debido a estos datos, que reflejan la situación real de la cementera estatal y el manejo de su administración actual, los funcionarios del área técnica lamentan la ausencia de un trabajo con previsiones, más aún por tratarse de una industria vital para la economía del país.
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